Después de que su madre fuera asesinada por el hombre, Bambi es criado por su padre, el Gran Príncipe del Bosque. Él le enseña cómo sobrevivir en el bosque y a defenderse de sus rivales.
Bambi comienza a desarrollar sentimientos románticos por Faline y entra en conflicto con su rival presente y futuro, Ronno.
Su rango se convierte en una parte clave de la situación a medida que se pone a probar a sí mismo y a los demás, sobre todo a su padre, que él merece ser príncipe y puede vivir a la altura del nombre de su padre.
Es el ciervo gobernante del bosque, y todos los animales le tienen mucho respeto.
Poco se sabe acerca del personaje, sólo se sabe que alguna vez el príncipe conoció a la madre de Bambi en su infancia y junto con ella dieron luz a un único hijo llamado Bambi, el gran príncipe vio el nacer de su hijo en la cima de una colina.
Es la compañera del Gran Príncipe del Bosque y madre de su hijo Bambi, a quién educa en el bosque. Sin embargo, ella es asesinada por un cazador a mitad de la película. Ella era la Gran Princesa del Bosque.
Poco se sabe sobre la vida temprana de la madre de Bambi, excepto que ella y su futuro marido, el Gran Príncipe, se conocieron en la infancia y que creció con otra hembra llamada Mena.
Ella es una cervatilla, hija de Ena y de un ciervo desconocido.
Primero se muestra como una cervatilla y más tarde como una joven adulta, ella es el interés amoroso de Bambi y compañera al final.
Ella es la madre de sus dos hijos mellizos, Geno y Gurri al final de la película original.
Tambor es un conejo joven, cómico y conocido habitante del bosque.
Fue el primer y más cercano amigo del príncipe Bambi, a quien ve como un gran potencial para cosas asombrosas. Tomando al joven cervatillo "bajo sus alas" y enseñándole los caminos del bosque, hasta cierto punto.
Tiene unas grandes patas con las que tamborilea sobre los troncos, por eso le llaman Tambor. Él se hace rápidamente amigo de Bambi, y luego conoce a Flor.
Flor es muy tímida y de voz suave, a menudo sonrojándose y ocultándose con la cola, especialmente en respuesta al afecto. También es amistosa y nunca se ha demostrado que tenga una actitud negativa sobre las cosas, con la excepción de la descripción del Señor Búho acerca del enamoramiento.
Flor parece carecer de la valentía de Tambor; ella no tarda en caer bajo presión, aunque, la ansiedad de Flor puede ser utilizada como un arma, como lo hacen los zorrillos de la vida real en la naturaleza.